El receptor reiteró su entusiasmo por vestir el uniforme de
Venezuela en el Clásico Mundial de Beisbol y respaldó la decisión de algunas
figuras que declinaron asistir al evento
Miguel Montero no puede ocultar su entusiasmo al otro lado
del teléfono, cuando habla del Clásico Mundial de Beisbol.
“Está ahí mismo, a la vuelta de la esquina. En pocos días se
reúne el equipo”, dijo desde el complejo primaveral de Arizona en Phoenix,
luego de participar en la primera práctica de la escuadra completa durante el
viernes por la mañana. “Se siente bien formar parte del equipo de Venezuela. La
aspiración de todo deportista es representar a su país y he estado trabajando
duro, durante el receso de las grandes ligas, para dar la talla”.
Montero será el receptor titular del manager Luis Sojo
cuando la Vinotinto comience a competir en el grupo C del Clásico Mundial, el
próximo 7 de marzo contra República Dominicana, en el estadio Hiram Bithorn, de
San Juan, Puerto Rico.
“Tenemos armado un buen conjunto y todos estamos
comprometidos. Queremos ganar. Que nadie tenga dudas sobre eso. Venezuela irá
al torneo con un gran chance de triunfar”, aseveró.
Esas oportunidades aumentarían si algunas figuras del país en
las mayores no hubiesen declinado a uniformarse con el combinado nacional. Algo
que Montero admite, aunque entiende las razones que esgrimieron los ausentes.
“Es una situación difícil para los peloteros. Ningún equipo
puede impedirte que juegues en el CMB, pero ponen piedras en el camino y,
aunque el fanático no lo entienda, te encuentras en la posición en que debes
decidir”, razonó.
“También quisiera ver a todas nuestras estrellas. Pero no es
tan sencillo. Cómo le recriminas a un pelotero que debe ganarse su puesto, que
debe llegar a competir por su futuro, si dice: ‘No voy’. Te pones la bandera
como uniforme y con orgullo representas a tu país, pero cuando regresas a tu
equipo no tienes un cupo en el roster. Nosotros trabajamos para MLB y los
equipos son dueños de nuestros contratos”.
Félix Hernández, el as de los Marineros de Seattle que acaba
de firmar un acuerdo histórico por 175 millones de dólares y 7 años, se
convirtió en tema de discusión en todos los rincones del país cuando anunció
que no participaría en la competencia internacional. Algunos fanáticos llegaron
a llamarlo antipatriota.
“Félix es acusado de pesetero, pero no había alguien con más
entusiasmo que él para estar en el CMB”, replicó Montero. “Dicen que estaba
cómodo por el dinero que ha ganado, pero este es nuestro trabajo, de esto
vivimos y no estaremos activos toda la vida. No somos médicos que vamos al
consultorio y hacemos dinero ¿Representas al país, quedas bien, y luego? ¿El
país te beca por el resto de la vida? No creo que deba atacarse de esa manera a
alguien como Félix”.
Montero cree que los organizadores del CMB deben hacer un
ajuste en las fechas del evento, que se juega cada cuatro años, para brindarles
a los jugadores más tiempo de preparación. Algo que, de alguna manera, apaciguaría
los temores de los gerentes generales con relación a una eventual lesión.
“Es sólo una idea. Tal vez si comenzara a mitad de la
temporada, como ocurre con el Mundial de la FIFA, cuando todos los peloteros
están en forma. Estoy seguro que 99 % asistiría y la competitividad
aumentaría”.
Mientras, Montero sigue contando los días y sonríe. Debe
sentirse bien colocarse detrás del plato para defender al tricolor nacional.
Objetivo: Ser el mejor
“Mi meta es que tener un año mejor que el anterior.
Superarme. Por eso apenas tomo vacaciones. Nunca dejo de prepararme. No me
rendiré hasta ser el mejor receptor de las grandes ligas”.
Tal vez falte poco para que haga realidad su anhelo. Desde
2009, entre los caretas de la Liga Nacional marcha primero en dobles (108),
segundo en slugging (.460), jonrones (57) e impulsadas (269), cuarto en
promedio (.284) y OBP (.361). Es uno de los receptores con mejor defensa y
candidato a un Guante de Oro. En 2012 retiró 42 % de los corredores que le
salieron a robar.
“Siempre necesitas mejorar. Tal vez soy un catcher que
comete muchos errores (9 en el año pasado) y entiendo que lo hago por el exceso
de agresividad. Es algo que está en mi juego y no puedo suprimirlo, pero debo
ser más inteligente. Saber el momento exacto de cuando lanzar a las
almohadillas. No se trata de salir con el temor de cometer un error. Las pifias
están en el juego. La idea es no meter en problemas al equipo por un tiro
innecesario. El resto de mi trabajo es permitir que los lanzadores se sientan
cómodos en la lomita. En decirles lo que no quieren escuchar algunas veces.
Mantenerlos enfocados. Eso hace que ganes partidos. No importa si te vas de 4-0
esa noche”.
ElDatoMiguel Montero es descendiente de emigrantes ibéricos y en 2011 representantes de la Real Federación Española de Beisbol y Sófbol lo entrevistaron para conocer su interés de vestir el uniforme de la Roja en el clasificatorio para el Clásico Mundial de Beisbol, pero receptor declinó la invitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario