martes, 16 de agosto de 2011

A Miguel Montero no le sorprende el éxito de Arizona



El receptor ha sido clave para los Cascabeles

Antes de iniciarse la temporada, San Francisco aparecía como favorito para repetir el banderín en el oeste de la Liga Nacional. En cambio, Arizona, despreciado por la mayoría de los entendidos, fue señalado para "disputar" el último lugar de la llave.
Sin embargo, los Cascabeles tenían una idea muy diferente a ese posible desenlace. El fin de semana extendieron a seis encuentros su racha de ganados de manera consecutiva y ayer amanecieron con récord de 68-53, dos juegos por encima de los Gigantes.

Miguel Montero, una de las figuras del equipo que dirige Kirk Gibson, tiene una explicación sobre el éxito de los desérticos, que no era cuantificable en los sesudos análisis previos a la campaña de grandes ligas.

"El beisbol es impredecible. No importa qué tan costosa sea alguna nómina o cuáles sean sus peloteros. Lo importante es rendir en el terreno y obtener resultados. Fíjate lo que pasó la temporada pasada en Venezuela, ganó Caribes ¿Quién dio a ese equipo como favorito? Nadie", dijo vía telefónica, desde Filadelfia, el receptor.
"Este equipo nunca se rinde, siempre juega fuerte y disfruta lo que hace cada día. Ahora necesitamos juntar las cosas, dar nuestro mejor esfuerzo en dos series difíciles contra los Filis (desde hoy) y Bravos, para mantener el ritmo".
Los Cascabeles no estaban en el primer lugar desde el 5 de septiembre de 2008, cuando aventajaron a los Dodgers por medio juego. Esa zafra terminaron segundos, pero en las siguientes dos, no pudieron salir del sótano. La última vez que Arizona avanzó a los playoffs, en 2007, Montero no se había consolidado como regular.
"Pienso que en relación con otros años, hemos alcanzado la madurez necesaria para tomarnos las cosas en serio. Lo digo de la mejor manera, porque antes, pienso, éramos muy jóvenes con poca experiencia.
Ahora llevamos un buen tiempo jugando juntos y creo que es el momento de conseguir resultados", destacó el caraqueño.
Tal vez esa confianza sea la responsable del buen momento que vive el club, desde mediados de julio. Después del Juego de Estrellas, Arizona suma 19 triunfos, la segunda cifra más alta detrás de los 21 alcanzados por Filadelfia y los Cerveceros de Milwaukee, sin incluir la jornada de ayer. En esos 21 juegos ganados han anotado 140 veces (6,7 por encuentro), la quinta cantidad más alta en el viejo circuito; la dupla de abridores Ian Kennedy y Daniel Hudson se combinan para una foja de 9-3, con 2.95 de efectividad, mientras que J. J. Putz y David Hernández, han convertido las 12 oportunidades que han recibido para salvar.
"Más allá de los números, la unión del equipo ha sido muy importante. Es increíble el buen ambiente y cómo nos divertimos jugando. Desde que comenzamos la temporada, sabíamos que este equipo podía tener aspiraciones".
Ese entusiasmo no ha decaído pese a las lesiones del campocorto Stephen Drew y el jardinero Xavier Nady, además del recién adquirido Jason Marquis. "No es fácil perder a jugadores, pero la banca ha sabido responder, incluso los que han subido (de ligas menores) se contagian con lo que está ocurriendo. Todos los sustitutos han contribuido a mantener el trabajo y la actitud ganadora".
Montero es el principal animador en el dugout. "Sí. He asumido esa responsabilidad.
Mantengo a todos metidos en el juego. Para mí la posición de catcher es la más importante en el terreno. Tengo que estar pendiente de todo lo que ocurre, por eso siempre estoy presto a hablar. En lo que resta de campaña no podemos decaer en nuestro entusiasmo y, sobretodo, que el pitcheo siga respondiendo y el lineup mantenga la habilidad para producir".

El bate comienza a pesar  
Miguel Montero inició el fin de semana pasado como el líder entre los catchers de la Nacional con 25 dobles, 38 extrabases y 61 impulsadas, mientras que su promedio de .266, es el tercero más elevado. Pero en lo que va de mes, el mascoteador apenas ha podido conectar para .200 (35-7).
"Cuando llega agosto comienzas a sentir el rigor de la temporada. Las rutinas comienzan a cansarte, no es fácil estar detrás del plato más de 100 juegos, con todo lo que falta. No me estoy sintiendo cómodo bateando, aunque he estado intentando contribuir con un roletazo que produzca una carrera o un elevado de sacrificio. Por eso intento compensarlo con mi defensa, llamando un buen juego, tratando de sacarle el mejor provecho a nuestro pitcheo".
Pese a su sequía ofensiva, Montero suma siete remolcadas en sus últimos 10 desafíos.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 16 deagosto de 2011

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