viernes, 28 de enero de 2011

La ofensiva estuvo detrás de Rosman García



El derecho completó su salida más larga en dos años y volvió a ser clave en la postemporada

Rosman García subió al montículo con la misión de darle “tres o cuatro buenos innings” a los Tigres y mantener el juego pequeño, para luego darle paso al bullpen. Sólo que su actuación superó las expectativas y el derecho terminó lanzando seis sólidas entradas en las que aisló tres hits, su salida más prolongada en dos años.
El resto estuvo a cargo de la ofensiva de sus compañeros que apabullaron 16-0 a Caribes y nivelaron la serie final 2-2.
“Comencé agresivo, siempre encima de los bateadores. Ese era mi plan de trabajo. Después el equipo tomó una ventaja tempranera y eso contribuyó a que mi actuación se alargara un poco más. Me sentí mucho más cómodo y me limité a tirar la bola por ahí”, explicó García, que no sumaba al menos cinco entradas en una salida desde el 1° de noviembre de 2008.
“Creo que estoy en un buen momento, como todo el equipo”, agregó el maracayero, que ponchó a cuatro y apenas regaló un boleto.
El manager Buddy Bailey, que ya había usado a García como abridor de emergencia en el partido extra contra Caracas, destacó el trabajo de su lanzador. “Nos dio exactamente lo que necesitamos. Ahora tenemos a los relevistas más frescos, en una serie que de aquí en adelante se jugará al mejor de tres encuentros”.
Alex Romero, sin hits en sus primeros 13 turnos, golpeó de 5-2, incluido un cuadrangular de dos anotaciones que coronó el racimo de ocho que produjo Aragua en el segundo episodio.
“El beisbol es impredecible. Hoy no hice nada diferente, sólo me ajusté mejor a los pitcheos. Simplemente no había podido ligar”, dijo el marabino.
“Cuando conectas 14 hits y haces 16 carreras, todos contribuyen. Es un buen signo”, abundó Bailey.
“Tenemos que seguir jugando, pero ya hemos estado en situaciones como esta y hemos conseguido el título”, enfatizó Romero.

“Serie cero-cero”
El segundo inning pareció sepultar el ánimo en el dugout de Caribes. El 8-0 se erigió como un gran muro alrededor de los visitantes.
Las cosas nunca mejoraron y la derrota rozó la humillación. Anzoátegui, sin reacción posible, vio cómo se le escapaba la ventaja de 2-0 con la que salieron de Puerto La Cruz. “Sabíamos que no iba a ser fácil”, dijo Carlos Ríos, gerente deportivo de la tribu, el único representante de los orientales que estuvo disponible después del partido para hablar con la prensa. “Era difícil venir aquí, ganar un par de juegos y regresar a casa. El peor escenario conseguir un triunfo aquí y todavía estamos en posición de hacerlo. La serie ahora está cero a cero”.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 28 de enero de 2011

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