lunes, 17 de enero de 2011

Wilmer Flores respondió a las expectativas


El campocorto exhibió su potencial durante una productiva pasantía con los Bravos de Margarita

Wilmer Flores extrañará los gritos de los aficionados y el ambiente en las tribunas, cuando finalice la temporada para los Bravos.
“Es lo que más me ha gustado de la liga de invierno”, señaló el campocorto, segundo mejor prospecto de los Mets, de acuerdo con la publicación Baseabll America. “La fanaticada te pone un poco nervioso. Es muy fuerte. Sabe mucho de beisbol. No se compara con lo que había visto en Estados Unidos. Es emocionante”.
En casi tres meses con Margarita, todo ha sido “emocionante”. El valenciano asistió a un taller invaluable en el proceso de desarrollo de sus habilidades en el campo. Enfrentó una competición hasta ahora inédita en su pasantía de tres campañas por el sistema de granjas de los neoyorquinos.  
“Rindió en una liga mucho más fuerte que doble A y su actuación lo colocó entre los candidatos al premio Novato del Año (terminó tercero en la votación). Eso habla muy bien del talento del Wilmer. La liga no le quedó grande. Pienso que enfrentarse a este ambiente, la presión del juego desde el terreno hasta las tribunas, le ayudará a madurar un poco más y a ascender más rápido en ligas menores”¸ destacó Robert Alfonzo, el busca talentos que recomendó su contratación a los metropolitanos. 
Flores recibió un bono de 750 mil dólares por su firma en 2007, con apenas 16 de años de edad. En junio de 2010 alcanzó la categoría clase A fuerte (St. Lucie) con sólo 18 años y se espera que en 2011 pueda vestir el uniforme del Binghamton (doble A), antes de cumplir los 20, el 6 de agosto.
“Todavía (los Mets) no me han dicho nada, pero no pienso mucho en esas cosas. Solamente vine a hacer el trabajo y tratar de mejorar”, aseguró Flores, que sigue siendo visto como un shortstop, aunque por su físico y estatura (1.90 metros) tal vez sea movido de lugar en algún punto de su carrera.
“Seguirá en el campocorto mientras demuestre que puede jugar allí. Tiene destrezas para jugar esa posición, se desempeña muy bien”, afirmó Alfonzo. “El 92% de las jugadas son de rutina, así que si logra completarlas y trabaja para ser efectivo en ese tipo de lances, qué importa el otro 8%. Su valor está en el short, porque puede producir con el bate. Tal vez pueda ir a otro lado, como lo hicieron Miguel Cabrera o Alex Rodríguez, pero en este momento se quedará donde está”. 
De acuerdo con un scout de la Liga Nacional, Flores tiene buenas manos, pero la reacción al dar el primer paso y su alcance, no son los adecuados para jugar en la mitad del cuadro interior en las mayores. Su brazo le ayudaría a emigrar a la antesala, una almohadilla en la que se desempeñó por primera vez en su carrera con los isleños.
“Nunca había jugado tercera, pero me fue bien. Pienso que siempre me he adaptado al lugar donde me pongan, aunque estoy en capacidad de ser un campocorto de todos los días. He estado trabajando en el movimiento de mis pies, en ser más agresivo atacando los batazos”, afirmó convencido Flores.
Si lo logra, será miembro de una élite. Flores siempre ha mostrado aptitud natural para batear. Ataca la pelota con rapidez de muñecas y una fluida mecánica. No es frecuente verlo abanicar seguido y hace ajustes rápidos. Le da a la bola en el centro y cuando logra la extensión total de su swing descarga toda su fuerza. En 2010 sacudió 50 extra bases, casi el doble de su total en 2009, en las filiales de los Mets. 
“La capacidad que tiene de batear para average y poder serán cruciales en su futuro”, reitera Alfonzo. “Puede golpear la bola al jardín derecho como si fuera un zurdo, tiene mucho contacto. Recuerda lo que veíamos en Edgardo (Alfonzo) cuando tenía esa edad, pero Wilmer posee un poder natural que no tenía Edgardo. Creo que todavía es subestimado en ese sentido, pero posee un poder natural, innato”.
Flores dejó una atractiva línea de producción (.320/.365/ .437), con dos jonrones y 19 remolcadas, en 31 partidos en la eliminatoria. Aunque durante la semifinal, no ha podido descifrar al pitcheo rival.
“En ningún lado es fácil batear. Es cuestión de concentración. Qué tan concentrado estás en cada turno y cómo te aproximas a las circunstancias del momento. Ha sido un año de aprendizaje, de experiencia. He podido compartir y enfrentar a muchos jugadores veteranos. Para eso vine”, señaló Flores. “El manager (Hensley Muelens) es el que más me ha ayudo cuando he confrontado problemas. Me aconseja que no piense tanto en el home. Sólo debo ver la bola y hacer swing. Tranquilizarme. No estar ansioso. El resto es simple reacción”.
Flores se portó a la altura de sus credenciales. Siempre fue cuidadoso con sus asignaciones, hizo la tarea y obtuvo beneficios que le ayudarán a seguir creciendo. 
“Aquí aprendió más que en los tres años anteriores con los Mets”, sentenció Alfonzo.
 “Ojalá pueda regresar la próxima temporada. Echaré de menos estar aquí”, se despidió Flores, antes de unirse al resto de sus compañeros en la práctica.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 17 de enero de 2011

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