Las estadísticas de José Tábata hablan de un inicio de
temporada lento, pero ha ido mejorando progresivamente en las últimas dos
semanas.
El jardinero de los Piratas encontró el enfoque adecuado en
el plato después de observar los videos de su swing y hacer algunos ajustes.
"Es una temporada larga", dijo el venezolano al Pittsburgh Post-Gazette. "Necesitas
trabajar todos los días y estar enfocado".
Tábata amaneció ayer con hits en 10 de sus últimos 13
partidos, lapso en el que batea .302 (53-16), con 5 dobles y un jonrón.
Mientras que en sus primeros 10 juegos apenas exhibió un magro registro de
.111, en 36 turnos, sin extra bases.
La diferencia, de acuerdo con el coach de bateo de
Pittsburgh, Gregg Ritchie, tiene que ver conque el oriental volvió a concentrarse
en golpear la bola del medio hacia el right field, como bateador derecho, en
lugar de halar la bola. Lo que le ha granjeado más oportunidades de producir.
"Conectar a los callejones de la banda contraria hace
mejor a los equipos, no importa qué tipo de toletero seas".
La habilidad de manejar pitcheos al lado contrario de su
mano, continuó Ritchie, ayuda a los bateadores a reconocer los cambios de
velocidad y obliga a los lanzadores a retar con envíos adentro.
"Si (los pitchers) se equivocan, estás en la posición
de hacerlos pagar el error".
Tábata aprovechó ese consejo el 1° de mayo, contra el
abridor de los Cardenales de San Luis, Adam Wainwright, que dejó colgada una
curva adentro y el criollo la devolvió a las gradas para apuntarse su primer
jonrón de la campaña.
"Si me lanzan afuera es más cómodo batear, pero también
puedo hacer contacto cuando me trabajan adentro, en el especial contra los
envíos quebrados", expuso Tábata, que se ha reencontrado con el tiempo del
swing, gracias a la observación de su mecánica.
"En ocasiones estoy atrasado y en los juegos siento que
me quedo detrás. Me preparo mejor después de ver os videos".
Los problemas con el madero no son exclusivos de Tábata.
Los bucaneros exhiben average colectivo de .226, sólo por
encima de los Padres de San Diego (.220) en la Liga Nacional. Aunque el criollo
ha incrementado su promedio de .200 a .229, todavía bajo, pero al menos por
encima de la media de su club.
Esta
nota apareció publicada en el diario El Nacional el 10 de mayo de 2012
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