El slugger de Detroit se convirtió en el primer
jugador en la historia que logra ganar el Derby de Jonrones en las dos ligas.
Carlos González fue eliminado en la primera ronda. El récord de Bob Abreu sigue
en pie
KANSAS CITY
Prince Fielder tuvo poca competencia después de
superar la primera ronda del Derby de Jonrones. Sus batazos recorrieron un
total de 5.127 pies, casi el doble de lo que viajaron las conexiones de José
Bautista, su antagonista en la final, y con 28 estacazos a las gradas del
Kauffman Stadium alzó los brazos como el nuevo rey de los forzudos en las
mayores.
El inicialista de los Tigres de Detroit se convirtió
apenas en el segundo jugador que gana más de una vez la competencia, después de
Ken Griffey Jr. (1994, 1998 y 1999), y el primero que lo hace en ambas ligas.
Antes había conquistado el cetro en 2009, con el uniforme de los Cerveceros de
Milwaukee.
“Significa mucho para mí que mi nombre aparezca junto
al de Ken. Porque cuando era un niño era la única persona que tenía (el juego)
NBA Jam en su casa y mi papa me dejaba ir en su casa todo el día. Siempre
estuvo pendiente de mí cuando era un chico. Así que es muy especial (compartir
la marca)”, señaló Fielder
Fielder sacó 5 pelotas en la primera vuelta, 11 en
la segunda y en la ronda decisiva se impuso a Bautista 12-7. Entre sus
bambinazos incluyó dos de 476 pies, los más largos de la justa, que tuvo una
asistencia récord de 40.351 personas.
Carlos González, él único venezolano presente en la
cita, fue eliminado en la primera vuelta, tras conectar 4 vuelacercas.
“Fue una experiencia bonita. Me gusto muchísimo”,
dijo CarGo, que se convirtió en el séptimo miembro de los Rockies de Colorado
en la historia del Derby de Jonrones. “La energía que transmite la gente es
increíble. Es algo con lo que uno siempre sueña. Si tengo otra oportunidad no
dudaría en repetir porque, como jugador, siempre te motivará”.
González eligió al coach de banca de Colorado, Tom
Runnells, para que le sirviera los envíos. Runnells lanza las prácticas de
bateo de los rocosos y el marabino se sentía cómodo con su presencia en el
montículo. Pero no fue tan fácil como imaginó.
“Parece sencillo desde fuera, pero cuando estás en
el home es totalmente diferente”, admitió CarGo. “Es el mundo observándote,
pendiente de cada movimiento. Así que tratas de ser lo más perfecto posible. Se
necesita mucha concentración y buen estado físico”.
González cerró su participación con dos estacazos de
433 pies. Sus proyectiles sumaron un recorrido total de 1.713 pies, para un
promedio de 428, en un parque en el que se conecta una media de 1,73 bambinazos
por partidos, la quinta cifra más baja de la Liga Americana.
“Me quedo con la atmósfera, con la manera cómo nos
recibió la gente”, destacó el jardinero. “Estuve en el centro del escenario,
donde la gente puede ver lo que eres capaz de hacer”.
El segunda base de los Yanquis, Robinson Canó, que
se impuso en la edición anterior del Derby disputada en Arizona, se fue en
blanco y acompañado de sonoros abucheos cada vez que fallaba o su rostro
aparecía en la pantalla del jardín central.
El capitán de la Liga Americana no seleccionó a
Billy Butler, miembro de los Reales, para integrar su equipo de sluggers y el
público local no le perdonó, recordándole “su error” de la peor manera posible durante
su turno en la primera ronda.
Por un año más, el récord que estableció Bob Abreu
de 41 jonrones en 2005 seguirá vigente.
ElDatoRobinson Canó se convirtió en el primer jugador que no saca la bola en el Derby de Jonrones desde que Brandon Inge se fue en blanco en 2009 y el número 17 en la historia del evento.
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