lunes, 9 de julio de 2012

Sonrisas en un partido inolvidable


De izquierda a derecha, el coach Rouglas Odor, Jesús Aguilar, Bruce Rondón, Carlos Sánchez, Oswaldo Arcia. Wilmer Flores y Felipe Rivero

Seis estrellas del futuro venezolanas probaron el sabor de las grandes ligas en el Kauffman Stadium. Estados Unido derrotó al Resto del Mundo 17-5


KANSAS CITY
El equipo de Estados Unidos definió el partido temprano, con un rally de 9 anotaciones en el sexto inning, camino a un triunfo 17-5 contra el Resto del Mundo, en el Juego de Estrellas del Futuro.
El último out fue un roletazo por segunda del taiwanés Chih Fang Pan y la celebración estalló en el Kauffman Stadium, que tuvo una asistencia récord para el evento con 14 años de historia de 40.095 personas.
En el otro extremo del parque, en el dugout de visitantes de la izquierda, no hubo demostraciones de euforia, pero tampoco caras largas. Ni siquiera la abultada pizarra en contra borró la sonrisa de los extranjeros, en especial de los seis venezolanos que participaron en el encuentro que reunió a los mejores prospectos de las grandes ligas.
“Fue una bonita experiencia, no importó tanto el marcador”, dijo Jesús Aguilar, el fornido primera base de la filial Clase A fuerte de Cleveland. “Estar ahí fue algo grandioso. Pocas personas pueden vivirlo y disfruté al máximo el partido. Caímos como guerreros”.
El manager Bernie Williams, cinco veces seleccionado al Juego de Estrellas, motivó a sus jugadores antes del desafío diciéndoles que dieren el mejor de su esfuerzo, sin importar el resultado,  “porque nunca se sabe quién está observando”.
No fue defraudado. Nadie podría culparlos de no dejar el alma en el terreno.
Aguilar fue el único miembro de la delegación tricolor que jugó durante todo el desafío. Negoció un boleto y conectó un sencillo, en tres turnos.
“Nunca había jugado con tanta gente en un estadio”, destacó Aguilar, que hizo 8 outs y completó una asistencia.
Muy cerca de él, Wilmer Flores, el cotizado prospecto de los Mets, le hacía mofas.
“Estar en un parque de grandes ligas y compartir con todos los muchachos es muy bonito”, puntualizó Flores, mientras intentaba contener la risa, por las chanzas de Aguilar.
El valenciano fue el único criollo con experiencia en ese tipo de encuentros. En 2009 asistió con apenas 17 años de edad.
“No hubo muchas diferencias con relación a aquella vez, sólo que me gustó mucho que me dirigiera Williams. Un jugador que admira mucho mi padre. De hecho me tomé una foto con él en hotel, antes de salir para acá, y se la envié”.
Bruce Rondón, el prospectó número 12 de Detroit y reserva de los Navegantes en Venezuela, echó un vistazo a las tribunas y logró controlarse “pensando que se trataba de un Caracas-Magallanes”.
“Cero nervios. Tranquilo”, aseguró el derecho, que retiró sin problemas a los dos bateadores que enfrentó en el octavo inning, con apenas cuatro pitcheos, tres de ellos a 101 millas por hora.
Rondón, Aguilar y Flores se reencontraron después de casi un lustro, cuando formaban parte de la academia de Luis Blasini e intentaban firmar con un equipo profesional.
“Sí. Somos muy amigos, pero no voy a recibir las medias que le presté a Bruce antes del juego”, bromeó Flores.
Oswaldo Arcia, de los Mellizos y una de las grandes promesas del país, sustituyó al coreano Jae-Hoon Ha en el jardín central en el quinto inning y terminó el encuentro con un doble y una remolcada, en dos veces al bate.
“Hice un buen swing contra un slider que se quedó colgado (de James Taillon). Lamentablemente, el juego estuvo para ellos. Pero salimos bastante motivados. Esta experiencia siempre la recordaré”.
Cuatro lockers más allá, Carlos Sánchez guardaba en un bolso la chapa con su nombre que identificaba el casillero que le asignaron.
“Voy a conservar todo lo que pueda”, señaló Sánchez. “Uno no participa en un Juego de Estrellas del Futuro todos los años. Me divertí mucho”.
El infielder de los Medias Blancas conectó un biangular y anotó una vez, como sustituto de Flores, en la antesala. “Tenía nervios. Pero salí a buscar un batazo y lo conseguí en primer turno. Me hubiese gustado pedir la bola, pero no tuve tiempo (rias)”.
Felipe Rivero, que comenzó 2012 como el prospecto 28 de los Rays, cargó con la derrota del encuentro, tras permitir una carrera en el cuarto capítulo, producto de dos imparables y tres boletos.
“Rescato que terminé el inning con un dobleplay. Los bateadores eran de mucha calidad. Pero lo más importante es que pude compartir con (el piloto) Williams y el resto de los muchachos”.   
El año pasado, José Altuve brilló con las Estrellas del Futuro y en 2012 asistirá a su primer All-Star de las mayores.
Sánchez se entusiasmó con la idea de brillar en las mayores y dar el gran salto. “Trato de dar lo mejor de mí cada día para poder llegar”.  

Odor satisfecho
Rouglas Odor lanzó la práctica de bateo del Resto del Mundo y el manager Bernie Williams lo colocó como coach de primera en el partido.
El marabino fue el único venezolano en el staff de técnicos del Juego de Estrellas del Futuro.
“Estoy contento porque es un evento de importancia y sé que dentro de poco estos muchachos estarán en grandes ligas y algunos serán súper estrellas”, dijo el marabino, de 44 años de edad, que se desempeña como instructor de bateadores del Akron (AA, Cleveland).
Odor, como los jóvenes con los que compartió, también aspira a llegar a las mayores.
“La meta siempre ha sido estar allá, no importa si es como jugador o como coach”.
 
Esta nota, con algunas modificaciones para este blog, apareció publicada en el diario El Nacional el 9 de julio de 2012

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