lunes, 3 de septiembre de 2012

Décimo Inning


Foto LUIS ALBERTO TORRES  

Jean Machí parecía estar en una encrucijada a principios de 2011. Un año antes había tenido una de las temporadas más dominantes de relevista alguno en la LVBP y venía de establecer una marca personal de salvados (23), con el Indianápolis (AAA). Pero a finales de enero no tenía contrato para el beisbol organizado.

La única opción --luego de ser visto por un grupo de empresarios taiwaneses interesados en reclutar peloteros para su liga-- la ofreció San Francisco, aunque sin garantías. "Nunca vimos a Asia como una posibilidad", cuenta Félix Olivo, representante del taponero. "Ciro Villalobos (supervisor de scouts de los Gigantes en el país) y Eddy Creech (miembro del departamento de operaciones de beisbol de la organización) asistieron al complejo de Polar, en San Joaquín, para observar a los prospectos del 2 de julio de 2012 Anthony Santander y José Ruiz. Así que les pedí que le echaran un ojo a Jean, que se estaba entrenando, y les gustó lo que vieron".
Los caza talentos aceptaron recomendar la firma del venezolano, sólo que para ese momento el Fresno, filial Triple A de los Gigantes, no tenía cupos disponibles en el roster.
"Bobby Evans, vicepresidente de operaciones de beisbol, me propuso enviarlo a México, porque ellos tenían un convenio de trabajo con los Diablos Rojos, y cuando se abriera un cupo sería reclamado. Entonces cerramos el pacto", explicó Olivo.
Machí tenía que confiar en su agente y San Francisco, pues tenía que seguir adelante con su familia. Aunque viajar a tierras aztecas no era lo que se había planteado en principio.
"Pero tuve que ir y nunca desmayé. Seguí luchando. Estaba decidido a ir allá y demostrar lo que podía hacer.  Esa era mi esperanza", enfatiza Machi, que al final de aquel año terminó con tres apariciones en el Fresno y una buena temporada con los Diablos (3-1, 15 salvados y 2.30 EFE). En la primavera de 2012 ya no era un desconocido para los Gigantes, que le extendieron un contrato de ligas menores con invitación a los entrenamientos.
"He madurado como persona y lanzador. Me preocupo por lo importante. No pienso en ponchar a todos, sino dominarlos con mi repertorio.  Pienso que vieron en mí una posibilidad", agrega, que se quedó fuera del plantel en el último corte.
Hace un par de noches Marco Scutaro lo llevó a cenar, en compañía de Pablo Sandoval y Héctor Sánchez, en Chicago. Horas antes, Machí había disfrutado del triunfo de los Gigantes contra los Cachorros en Wrigley Field, desde el bullpen de visitante, como parte de los peloteros que subieron los Gigantes el 1º de septiembre por la expansión del roster activo a 40.
"Voy a estar listo para lo que me necesiten y cuando me llamen al montículo haré todo lo que esté a mi alcance para ayudar al equipo a asegurar el primer lugar".
Machí apareció en 371 partidos de ligas menores repartidos en una larga década, después de firmar con Filadelfia en 2002 y lanzar en las granjas de Tampa Bay, Toronto, Pittsburgh y San Francisco.
"Pienso que la espera valió la pena", recalca Machí, que aumentó a nueve la lista de venezolanos que han llegado a las mayores con al menos 30 años de edad.
Dámaso Blanco creó el club, precisamente con San Francisco en 1970. Luego siguieron Clemente Álvarez (32 años, Filis, 2000), Ubaldo Heredia (31, Expos, 1987), Edgar Cáceres (31, Reales, 1995), José Escobar (30, Indios, 1991), Alejandro Freire (30, Orioles, 2005), Jean Carlos Boscán (30, Bravos, 2010) y José Yépez (30, Marineros, 2011). Del grupo, Blanco fue el que más encuentros disputó (72) en las grandes ligas, mientras que Yépez estuvo en el roster pero no fue usado antes de ser devuelto a las menores.
Machí aspira que su audición en septiembre le permita tener una carrera mucho más prolongada a partir de 2013.
"¿Por qué no? Nunca es tarde", sonríe.

Esta columna apareció publicada en el diario El Nacional el 3 de septiembre de 2012


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