domingo, 23 de septiembre de 2012

Santander llamó la atención en las prácticas

Foto ALEXANDER MENDOZA
Anthony Santander cumplió un sueño infantil


El jardinero de 17 años de edad viaja hoy a Arizona para participar en la Liga Instruccional con Cleveland


Anthony Santander fue uno de los peloteros que más llamó la atención durante la primera semana de entrenamientos del Magallanes en el estadio José Bernardo Pérez.
"Tiene buena defensa y batea a las dos manos, me gustó bastante lo que observé durante las prácticas de bateo y cuando fildeó elevados en los jardines", avaluó Gregorio Machado, asistente del manager Carlos García.
Santander cumplirá 18 años de edad el 19 de octubre y viajará hoy a Arizona, para unirse al resto de los peloteros de Cleveland asignados a la Liga Instruccional, que termina en tres semanas.
"Es muy joven, pero tiene un gran talento. Vamos a seguirlo con atención, porque sin duda es el futuro del equipo", dijo Luis Blasini, gerente deportivo de los Navegantes.
Santander recibió un bono de 385.000 dólares el 2 de julio de 2011 y fue una de las adquisiciones más importantes de los Indios en Latinoamérica durante el proceso de firmas internacionales. Desde entonces algunos scouts comparan su físico y habilidades con las de Bob Abreu.
"En Estados Unidos me dicen Bobby. A cualquiera le gustaría tener una carrera así. Pero apenas estoy comenzando", sonrió el patrullero, originario de Nueva Esparta.
Este año, Santander debutó en el sistema de granjas de la tribu con la filial de la Liga de Arizona, un circuito al que son enviados buena parte de los peloteros provenientes del draft amateur, con una edad promedio de 19 años.
"Muchos pensaron que me iba a presionar, que el nivel iba a estar por encima de mi capacidad y no fue así. Pude manejarme bien. Siempre he confiado en mi mismo", enfatizó.
Las estadísticas respaldan sus palabras. En 43 encuentros ligó .305/.381/.494, con 15 dobles, un triple y 4 jonrones, 6 robos en 9 intentos y 32 carreras remolcadas.
"Hice ajustes al final, porque estaba tratando de hacer más de lo que podía. Después sólo traté de ver la bola, relajarme y usar más las manos", explicó Santander, que terminó con .303 de promedio y 2 cuadrangulares en sus últimos 10 partidos de al zafra. "Nuca dudé sobre mi rendimiento".
Esa seguridad en sí mismo tal vez le abra las compuertas de la nave en poco tiempo. Por ahora sólo cumplió un sueño la infancia.
"Desde niño he sido magallanero y estoy muy orgulloso de llevar este uniforme".

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 23 de septiembre de 2012

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