jueves, 27 de diciembre de 2012

Ramón Hernández aprendió a jugar primera con Alex Cabrera


Foto CORTESÍA PRENSA MAGALLANES

El receptor maneja el mascotín con solvencia y aprovecha las prácticas para tomar roletazos en todas las posiciones del infield

Ramón Hernández apenas ha aparecido en 45 partidos en la inicial en 14 años de carrera en las mayores. Pero cada vez que se uniforma en Venezuela, cambia la mascota de receptor por el mascotín de un solvente inicialista.
No sólo se trata de una alternativa para darle descanso detrás del plato. Su presencia en el terreno aporta a la defensa.
Gracias a movimientos fluidos, no es extraño verle levantar difíciles piconazos, iniciar una jugada de dobleplay o cortar un toque para evitar el avance del corredor.
Esta temporada, con Magallanes, ha participado en varios lances en los que ha evitado anotaciones de los rivales.
"No es complicado", aseguró Hernández. "El juego te va diciendo qué hacer. Cuándo puedes ser agresivo y las ocasiones en las que debes ser más conservador. Lo importante es estar metido en el juego. No perder detalles, como cuando estás en la receptoría. Entonces, estoy preparado para cuando el corredor se descuida o si tengo chance de completar una jugada".
Un utility más. Hace un par de semanas, el manager Luis Sojo confesó que Hernández era su única opción para desempeñarse en la segunda base en caso de una emergencia.
"Estábamos en medio de un extrainning. Si algo le pasaba a (José) Altuve, mi alternativa era Ramón porque Darwin Pérez y Andrés Eloy Blanco, que se encontraban en la reserva, tenían molestias físicas.
No dudaría en ponerlo. Lo he visto en las prácticas. No sólo puede cubrir primera", señaló el estratega.
Hernández sonrió al escuchar el relato. "Nunca he jugado en la intermedia, pero antes de los partidos siempre agarro rollings allí, en el short, tercera y primera. Eso ayuda a tener buenas manos como catcher. Me acostumbré a esas rutinas en las grandes ligas".
Esa versatilidad no le fue extraña en las menores. Mientras crecía como prospecto en las granjas de Oakland, Hernández eventualmente apareció en la antesala y el primer cojín.
"En realidad, fue aquí donde aprendí a jugar en la inicial", confesó el veterano careta, de 36 años de edad. "En mis años con Pastora (a finales de 1990 y principios de la década anterior) comencé a preguntarle a mi compañero Alex Cabrera".
El ahora slugger de La Guaira recuerda bien aquella época.
"Ramón es uno de esos muchachos aventajados que todo hacen bien", destacó Cabrera. "Le explicaba algunos detalles de cómo cubrir la base, pero más que enseñarle fue una iniciativa de él. Veía mis movimientos y practicaba conmigo. Me enorgullece que me dé crédito, pero todo lo hizo él".
"Bueno, poco a poco he ido mejorando", sonrió Hernández.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 27 de diciembre de 2012

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