lunes, 28 de noviembre de 2011

Ryan Tatusko, un cronista entre los Bravos

Foto ALEXNYS VIVAS
El derecho de Margarita ha registrado los detalles de su pasantía por el país con especial pericia en el blog The Backfield Diaries

Ryan Tatusko pasa desapercibido en el lobby del Hotel LagunaMar. No es muy diferente a los turistas que disfrutan de las amplias instalaciones. Pero el joven, de 26 años de edad, en pocas horas tendrá que estar uniformado con el resto del equipo Bravos de Margarita, en el estadio Nueva Esparta, y alistarse para un día más en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. 

“Este país es tan bello que en ocasiones es difícil mantener el enfoque. Así que debes detenerte y decir: ¡Oye no estás de vacaciones, viniste a jugar beisbol! ¡Estás trabajando!”, sonríe el lanzador, que llegó al país con el resto del primer grupo de importados de los insulares y hace poco más de una semana cumplió un mes desde su debut contra Aragua, el 13 de octubre.

Durante todo ese tiempo, Tatusko asegura haber vivido la experiencia de su vida. “¿Cuántas veces puedes tener la oportunidad de hacer ajustes en cada una de las áreas del juego, aprender a afrontar situaciones en un alto nivel competitivo, mientras te diviertes un poco y tratas de adaptarte a una nueva cultura?” Pocas, si eres de Merrillville (Indiana) e intentas abrirte paso en el sistema de granjas de los Nacionales.

El beisbol del Caribe se ha convertido en una suerte de taller de vida para muchos jugadores del perfil de Tatusko, desde hace mucho tiempo. Solo que el derecho, además de estar disponible para lanzar cada cinco días, como miembro de la rotación insular, al menos hasta la semana pasada, se ha propuesto hacer un registro detallado de sus vivencias en su blog personal. Algo que le ha convertido en un cronista de excepción. A través de su experiencia ha elaborado una guía práctica para que cualquier aficionado o colega en Estados Unidos pueda entender cuán complicada o fácil puede llegar a ser la estadía de un beisbolista profesional en la LVBP.

Viajes de una ciudad a otra, mientras escucha la música que guarda en el iPod o mira a ratos una copia “no muy buena” de Capitán América en los monitores del autobús. Vuelos charters. El tamaño de las raciones en los restaurantes o sitios de comida rápida, comparadas con las de Estados Unidos. La atmósfera en los estadios, fanáticos gritando las nueve entradas, la relación con sus compañeros, cómo se pasa el tiempo en el clubhouse antes de los partidos, lo complicado y prolongados que resultan los encuentros. Los progresos que ha logrado desde el montículo, con detalles de avezado y objetivo analista. Todo acompañado de videos y fotos para ilustrar, lo que en ocasiones puede ser increíble, mucho más al norte del Golfo de Venezuela.       

“Cuando me dieron la oportunidad de venir aquí, me pregunté: ‘¿cuántos gringos han estado en esta situación?’. Muchos de los peloteros y aficionados que leen mi blog no saben nada de las ligas de invierno ¿Qué pasa cuando termina nuestro beisbol? Bueno, se sigue jugando en México, República Dominicana, Puerto Rico y Venezuela. Así que me apareció divertido que allá se enteraran cómo es esto, cuán diferente puede ser. Ese tipo de cosas. Y encontré una gran receptividad. Quizás pocos sabían que se juega beisbol fuera de Estados Unidos”.

Ahora no solo lo saben, sino que tal vez se animen a comprar un boleto de avión con destino a Sudamérica.

“Sería el primero en alentarlos. De eso no hay duda”, asegura. “Varios de mis compañeros vinieron a Venezuela en temporadas anteriores. De hecho, uno de ellos es un amigo cercano, Josh Wilkie, que está con Leones (desde hace dos años). Me habló muy bien de cómo la liga venezolana lo ayudó a desarrollarse y mejorar como lanzador. Y ese fue el plan cuando decidí venir aquí. Pero cuando aterrizó el avión me di cuenta de que ya no estaba en casa y dices: ‘¿Ahora qué?’. Es la primera vez que viajo tan lejos, fuera de las fronteras con Canadá y México. Pero mis compañeros de Bravos han hecho que la transición sea excepcionalmente fácil, porque muchos han jugado en Estados Unidos y saben lo que significa estar fuera de tu país, en una cultura diferente que no entiendes del todo. Han hecho lo posible por ayudar a todos los gringos, si tenemos problemas para ordenar comida e ir al centro (de la ciudad). Es mucho más de lo que esperaba. Siempre tratan de asegurarse que estemos bien. De decirnos cómo son las cosas aquí y la manera de adaptarse. Es lo que trato de reflejar en el blog”.

Tatusko tiene un par de años escribiendo y todo comenzó por una afortunada casualidad.

“Todavía formaba parte de Texas, organización con la que estuve cuatro años, antes de ser cambiado a Washington (en 2010). Jamey Newberg escribe en la web (Newberg Report, que durante 12 años ha cubierto a los Rangers y forma parte de MLBlogs Network). Un día, mientras teníamos una conversación en línea sobre ligas menores, surgió la inquietud. La gente me preguntaba por qué estás aquí, ‘eres un tipo joven, por qué no te buscas un trabajo real en lugar del beisbol’. Otros piensan que ser un jugador profesional te puede hacer ganar millones de dórales, vivir en mansiones. Nadie entiende lo que realmente es la dinámica de estar en ligas menores. Esa idea estuvo rondando mi cabeza y partí de allí”.

Así apareció una sección en la página de Newberg con la firma de Tatusko, The Backfield Diaries (Diarios del campo trasero).

“Luego lo convertí en un blog cuando llegué a Washington y han sido tantos los mensajes positivos que decidí seguir adelante”.

Uno de sus post, mientras Wilson Ramos fue retenido por antisociales con la idea de pedir un rescate, no solo tranquilizó a los ejecutivos de los Nacionales, sino a las oficinas de Major League Baseball.

“El blog del prospecto Ryan Tatusko fue una excelente fuente de información durante el secuestro y eventual rescate del catcher de los Nacionales, Wilson Ramos, en Venezuela”, escribió Byron Kerr, que sigue a los Nats para MASNsports.com.

El mismo Tatusko, a través de su agente Joe Speed, ratificó que se quedaría en el país. La nota apareció con el crédito de Bill Ladson en MLB.com.

“Nunca me he sentido inseguro. Los Bravos hacen un gran trabajo para que estemos rodeados de guardias de seguridad y policías para garantizar que las cosas estén bien. Siempre nos movilizamos en grupos. Se aseguran de que no hagamos nada solos. Así que no puedo decir nada diferente. Cuando me llamaron los Nacionales para preguntarme cómo estaba, les dije que todo respondía a las expectativas. Insistieron en que si en algún momento me sentía amenazado, sería bienvenido en casa, que no estarían molestos por eso. Entonces les tranquilicé porque todo está marchando muy bien, quiero seguir jugando y honrar mi contrato”.

Tatusko habla con claridad y sencillez. Es un tipo auténtico y tiene un don especial para transmitirlo a través de la escritura.

“Tomé un par de cursos en el college”, vuelve a sonreír. “Solo eso. No era algo en lo que realmente estuviera pensando o tomara en serio. Pero cuando empecé a escribir en mi blog acerca de mi pasión, el beisbol, la escritura floreció. Hablar de lo que hago, ayudó”.

Tal vez tenga un futuro como comentarista o analista en una cadena deportiva.

“Es algo que me han dicho mis familiares y amigos después de leer el blog (risas). Aunque tengo que pensarlo porque, obviamente, deseo jugar beisbol por mucho tiempo”.

Mientras lo considera, quizás pueda reunir material para escribir un libro.



¿Tiene buen sabor?

Los días libre son para caminar por la isla. Conocer sitios. Empaparse de lo que hace la gente ordinaria en las calles. Son momentos que atesora Tatusko.

“Mezclarme con una cultura y estilo de vida diferente es lo que más me ha gustado. Pasear alrededor de la ciudad, ir a un centro comercial. Vivir la vida de aquí. Probar platos nuevos. Creo que lo primero que aprendí a decir en español fue: ‘Qué hay de comer’.”

Al principio no fue fácil. “Dudaba. Qué comeré, cómo pido lo que quiero. Pero cuando trataba de decir algo en español me respondían en inglés y terminaba hablando una mezcla de los dos idiomas. Ayudas a los demás con el inglés y ellos con el español. Es muy divertido. Me encanta aprender y probar lo que comen mis compañeros. ‘¿Sabe bien? Quiero uno de esos también’. Cuando llegué al aeropuerto de Caracas vi un local de arepas y las probé. Me encantaron. A las dos semanas encontré la cachapa. Ahora es mi comida favorita. Dios, la amo (risas). Cada vez que la veo en el menú la ordeno con la mitad de queso (de mano). Esa es la idea, ¿no?”.



Una vez en la vida

 Tatusko no las ha tenido todas consigo cuando ha subido a la lomita. Sus números no han destacado.

“Sé que en blanco y negro no lucen bien (0-5, 5.21 EFE), pero he aprendido mucho. Trabajar con alguien como Don Baylor, ha sido una oportunidad única en la vida. Tiene tantos conocimientos para compartir, que cuando te habla dejas lo que estás haciendo y simplemente te sientas a escucharlo. Siempre está dispuesto a dar un consejo, es un gran manager. Cuando le preguntas algo te da la información necesaria para ser un buen jugador. Y el coach (de pitcheo) Calvin Maduro ha hecho que trabaje en detalles que ni siquiera había notado. Hemos estado tratando de reducir los boletos, de evitar meterme en problemas, enfocarme en eso. Es lo que me hará mejor lanzador. Una gran experiencia, sin duda”.


Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 28 de noviembre de 2011

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