jueves, 2 de enero de 2014

Aharon Eggleston se ganó la confianza del Caracas

Eggleston ha aportado al Caracas buenos turnos y porcentaje de embasado   

Contratado como posible reemplazo entre los importados, el bateador zurdo logró aparecer a diario en la alineación tras esperar paciente por una oportunidad

Cada partido es una nueva experiencia para Aharon Eggleston y el jardinero de los Leones hace cualquier cosa para disfrutarla.

Llevar el uniforme del Caracas y jugar en Venezuela es todo un acontecimiento de vida para el californiano, que fue contratado a principios de septiembre como noveno extranjero, cuando la LVBP todavía no había aprobado aumentar la cuota de ocho importados por la tardanza en la firma del Acuerdo Invernal entre Major League Baseball y la Confederación del Caribe.

Eggleston, que ahora aparece a diario en la alineación de Dave Hudgens, era apenas un backup. “Su contratación obedece a esa incertidumbre y a la inminencia del comienzo de temporada”, dijo en aquel momento Luis Ávila, presidente del club capitalino.

“Ellos me dijeron desde el principio que existía la posibilidad de que comenzara en el Programa de Desarrollo, porque soy un jugador de ligas independientes y el equipo tenía a varios peloteros de experiencia”, recuerda Eggleston. “Venía de jugar un par de años en Colombia (con Toros de Sincelejo), así que los campos y el nivel de juego que conseguí eran muy similares a la liga colombiana, excepto que los partidos son muy temprano, a las 11 de la mañana y hacía mucho calor. Tal vez eso fue lo más difícil. Pero estaba contento de estar allí, tomar turnos, hacer swing”.

El bateador zurdo, de 32 años de edad, apareció en 13 encuentros en la Paralela y estuvo subiendo y bajando durante algún tiempo.

“La oficina fue honesta conmigo desde el principio, así que sabía cuál sería mi rol. Si me iba bien allá, iba a tener la posibilidad de estar con el equipo grande”.
Eggleston respondió con una línea de producción atractiva (.306/.359/.444), en 13 desafíos.

“La primera vez que subí no me activaron. Sólo compartí con el equipo y tomé práctica de bateo. Luego me enviaron de regreso. Cuando me llamaron por segunda vez, me dije ‘vamos a ver qué pasa’. Ese día me colocaron en el jardín izquierdo, como primer bate. Era lo que quería. Pero estaba nervioso, porque a los encuentros de la Liga Paralela asisten unas cinco o seis personas. Estás relajado, no hay presión, es como una práctica. Llegar aquí y ver aficionados gritando por todo el parque, es un juego de pelota muy diferente, aunque al mismo tiempo fue divertido y emocionante”.

El patrullero tomó el lugar del zurdo Diegomar Markwell y debutó el 26 de octubre contra Zulia en el Universitario. 
Sin tener los pergaminos de otros importados de posición del Caracas,
Eggleston (izquierda) esperó su oportunidad

“La mayor cantidad de aficionados que van a un estadio de circuito independiente es de cinco o seis mil y son más callados. Conectas un jonrón y aplauden”, abunda Eggleston que ha dividido sus nueve campañas como profesional en Estados Unidos entre las ligas del Norte, Atlántico y Asociación Americana. “Aquí son más entusiastas, apasionados por el juego. Si lo haces mal te lo van a recordar, pero si ejecutas bien te apoyan. Ese ambiente me gusta”.

Eggleston ha tratado de encajar, de mezclarse, de convertirse en una esponja de absorber conocimientos. Ha aprendido algunos modismos como “Ay chamo”, que no duda escribir en su cuenta personal de twitter, en la que ha registrado buena parte de sus vivencias.

“Es increíble estar en el mismo dugout con hombres como Abreu. Cuando tienes la oportunidad de ver a alguien con la experiencia de Bobby, aprendes mucho. Con toda esa trayectoria en las mayores, se comporta como uno más. Es mucho más grande que nosotros, 17 años en las mayores te supera desde cualquier punto de vista. Es una gran influencia para la química del equipo. Siempre habla con los compañeros que están teniendo problemas y eso es invalorable”.

Hudgens admite que el importado se convirtió en un jugador clave.

“Siempre toma buenos turnos, lleva sus conexiones a todos los jardines, juega una sólida defensa. En nuestro periodo de transición, cuando perdimos a J. D. Martínez y otros jugadores, fue bueno tener a un jugador con experiencia en la Liga Paralela para subirlo en un intento de llenar esos vacíos. Lo ha hecho muy bien”.

Hijo de dos jugadores semi profesionales de sofbol, Eggleston creció en San Diego entre guantes y pelotas. Su madre Lynda, fallecida hace tres años, llegó a disputar un torneo embarazada de 9 meses de Aharon. El juego significa todo para el importado de los Leones. Por eso se entrega como si fuera su último encuentro.

“Tiene una gran actitud y por eso lo quieres por aquí, en el equipo”, enfatiza Hudgens. “Jamás ha formado parte del beisbol organizado, pero siempre está dispuesto. Si está jugando está bien para él. Si está sentado no se queja. Cualquier cosa que le pedimos la hace de inmediato. Se ha ganado todos sus turnos”.

Eggleston sonríe. Nunca está de mal humor.

“Es una gran experiencia. He aprendido muchísimo”, insiste. “El pitcheo al que me estoy enfrentando es, de lejos, el mejor que he encontrado en mi carrera”.
La eliminatoria terminó y pocos apostaron por Eggleston. El refuerzo concluyó con .330 de promedio y un porcentaje de embasado de .381, en 88 turnos, repartidos en 28 encuentros, con 2 jonrones, 15 anotadas y 11 remolcadas. Por eso la gerencia del Caracas lo mantiene en el roster durante la semifinal, algo impensable cuando lo contrató.

“Me quedaré aquí hasta que me manden a casa”, vuelve a sonreír.

ElDato
Aharon Eggleston dividió su actuación con los equipos Caimanes y Caracas en la Liga Paralela. Fue subido al equipo grande y bajado en tres oportunidades.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 2 de Enero de 2014 

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