lunes, 30 de enero de 2012

Las armas secretas de los Tigres

Jorge Cortés

El manager Buddy Bailey siempre consigue respuestas en la banca. Guillermo Rodríguez, Jonel Pacheco, Jorge Cortés y José Gregorio Martínez se han convertido en las figuras inesperadas de Aragua

MARACAY
El radiante sol de Maracay cae implacable sobre el terreno del José Pérez Colmenares. Apenas son las dos de la tarde, pero un grupo de jugadores se afana en el terreno. La mayoría son suplentes de los Tigres que toman práctica extra, un par de horas antes de las actividades regulares de todo el equipo.


El esfuerzo tal vez no sea recompensado esa noche, quizás ni siquiera en una semana. El manager Buddy Bailey escogerá el momento oportuno para usarlos. Nadie le defraudará.
Son los héroes anónimos de Aragua, las armas secretas del club más exitoso de la liga en poco más de una década. Algunos han sido cesanteados por otros conjuntos, la mayoría trabaja en ligas independientes o México durante el verano, otros están cerca del retiro. No importa cuál sea su estatus. Los resultados siempre son los mismos.
“Tienes que trabajar todos los días con el mismo empeño de los regulares, con el mismo deseo. A Bailey le gusta ver esa entrega”, contó Jonel Pacheco, que se ganó un puesto en los entrenamientos y ha consumido el 80% de sus turnos entre diciembre y enero.
“Siempre te pones como meta estar en el terreno, ganarte la confianza del piloto”, abundó Pacheco, que aspira a regresar a la Liga del Atlántico, una reunión de ocho equipos que se juega en el este de EEUU.
Guillermo Rodríguez, como Pacheco, llegó como agente libre buscando un lugar en el roster durante la pretemporada y terminó siendo mucho más que un receptor suplente. A su sólida defensiva sumó un bate que exhibió .329 de promedio en la segunda mitad de la zafra (79-26), incluso llegó a desplazar a Raúl Chávez como escudero de Wilson Ramos.
“Pensé que sería un tercer catcher, con algún chance mientras se reportaba Wilson. Pero fue muy diferente. Bailey aprovechó mi experiencia y mis ganas de jugar”, señaló Rodríguez, que en los últimos dos años se había desempeñado como instructor de receptores de San Francisco en ligas menores.
“Sufrí una lesión en la mano derecha (en octubre de 2009) y no pude jugar en el verano, entonces decidí llamar a los Gigantes porque había jugado con ellos en las mayores (2007 y 2009) y conseguí ese trabajo, mientras me recuperaba. Pero ahora siento que puedo regresar al beisbol organizado”.
Jorge Cortés no fue protegido por Magallanes en la temporada 2009-2010 y Aragua logró hacerse de sus derechos, vía draft. Desde entonces ha sido cuarto o quinto jardinero del equipo. En la postemporada casi jugó a diario y ayer amaneció con .500 de promedio (12-6) y 3 jonrones, ambas cifras tope en la serie por el campeonato.
“No pienso en estadísticas. Me enfoco en no defraudar a Bailey y al equipo ¿Cuántos no quisieran estar en esta situación?”, sonrió el patrullero colombo-venezolano, que en 2011 actuó para el Lincoln de la Asociación Americana.  
El infielder José Gregorio Martínez lo secundó. “Trabajé todo el año en la Liga Paralela para estar aquí. Cuándo y dónde me necesiten estaré disponible”.
El carabobeño, que apenas tomó un turno en el equipo grande durante la eliminatoria, fue clave con dos hits productores en el segundo triunfo de Aragua en la final.
“Están allí en la Paralela o la banca, esperando su turno. Es muy importante para ellos. ‘Marty’ lo ha deseado todo el año”, explicó Bailey, sin aspavientos.   
 

"¿Días libre? No"
Ramón Castro, que se convirtió en el principal utility de Aragua desde la 2002-2003, aseguró que el éxito de un suplente es tener conciencia de su rol
“Hay que entender que el equipo usará a los regulares, así pienses que tu talento bastaría para jugar a diario en otro equipo. Aquí lo asimilas. Fíjate el caso de Alexis Núñez, el mejor emergente de la liga. Nosotros no tenemos días libre. El mérito es de Buddy. Nos mantiene enfocados y nos toma en cuenta”.

Un buen regreso

Edgardo Alfonzo, que jugó 12 años en las mayores, encontró una nueva oportunidad con los Tigres, que le invitaron a sus entrenamientos. Héctor Giménez debía cumplir una suspensión de ocho partidos y Aragua necesitaba un sustituto. El veterano fue mucho más que un suplente y asió el premio Regreso del Año. “Todo se dio para que tuviera una buena campaña”.



                                   Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 30 de enero de 2012

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